Fregar el suelo es una de las tareas cotidianas más repetida y necesaria ya que es una superficie muy sufrida a lo largo del día.

Sin embargo, por mucho que insistamos, para tener un acabado perfecto tenemos que saber cual es la mejor forma de hacerlo y los cuidados específicos que este requiere.

Si sigues nuestros consejos conseguirás que tu suelo tenga un brillo singular.

Cada tipo de suelo necesita unos cuidados específicos, pero podemos llevar a cabo unas medidas generales para evitar que se ensucie y se dañe.

Quitarse los zapatos antes de entrar a asa es una medida muy útil ya que las aceras están llenas de suciedad y así evitamos que entre en nuestra casa.

También es buena opción poner un burlete en la puerta para evitar que entre el polvo del exterior.

Los tipos de suelos más utilizados son:

MÁRMOL:

Es un material muy resistente y no requiere muchos cuidados, por eso es muy elegido para las viviendas. Para limpiarlo simplemente tenemos que barrer y fregar con normalidad. El único problema es que con los años va perdiendo brillo, para ello, frotaremos la superficie con vinagre diluido en agua.

PARQUÉ O TARIMA:

Este material es muy delicado con ciertos agentes externos como la humedad o el sol, por eso no se recomienda fregarlo con frecuencia. Lo más indicado es pasar la mopa habitualmente con un productor especial para parqué.

MOQUETA:

Las moquetas acumulan mucho polvo; para eliminarlo habrá que hacer el mantenimiento semanal con una aspiradora, pero ¿y si hay manchas? Lo mejor es limpiarlas cuanto antes para que no se absorban y si no se va, frotar con un cepillo y una mezcla de agua y bicarbonato.

VINILO:

Es un material muy utilizado últimamente por que es muy fácil de mantener y muy resistente al estar hecho de PVC. Pero aún así tiene una desventaja, su facilidad para rayarse. Por eso se recomienda poner alfombras. Para mantenerlo limpio basta con barrer y fregar con normalidad y si se derrama alguna mancha, retirarla en el momento para que no deje huella.

CERÁMICA:

Es uno de los suelos más resistentes, por ello se suele limpiar de forma habitual. Primero barrer la superficie y después fregar con una fregona adecuada y un jabón neutro. La zona más afectada suele ser las juntas, por ello una vez al año se aplica blanqueante con un cepillo.

Si esta información no es suficiente, póngase en contacto con el Servicio Profesional de Limpieza de Los Vientos.