Limpiar el horno es una labor que todos odiamos y solemos posponer, dando pie a que la grasa se acumule.

Por mucho que no te guste limpiar el horno, es una prioridad para la salud ya que pueden crearse focos de bacterias y microorganismos muy peligrosos.

Lo más fácil hoy en día es comprar en tu supermercado habitual, ferretería o droguería un producto específico para desengrasar hornos.

Sin embargo, si prefieres utilizar remedios caseros y prescindir de productos químicos sigue leyendo.

Las tes opciones esenciales son: vinagre, limón y bicarbonato.

VINAGRE

Sobre todo, la variedad de manzana es perfecta para disolver la grasa y eliminar las bacterias más peligrosas. Para aplicarlo la mejor opción es usar un pulverizador y agregar una cucharada de bicarbonato para aumentar su efectividad y… ¡listo!.

LIMÓN

Como ya os hemos comentado en entradas anteriores, el limón tiene propiedades bacterianas y antisépticas que nos vienen genial para limpiar nuestro horno. La mejor forma de utilizarlo es exprimir el jugo de un limón, introducirlo en un recipiente apto para horno y calentar durante 10 minutos para que el limón llegue a todos rincones.

BICARBONATO

Es muy útil para limpiar las paredes del horno que están excesivamente sucias. Lo único que tienes que hacer es mezclar bicarbonato sódico con poca agua hasta conseguir una textura densa. Para que el acabado sea mejor dejar actuar una capa gruesa en el interior del horno.

Si esta información no es suficiente, póngase en contacto con el Servicio Profesional de Limpieza de Los Vientos.